Aprendiendo a escribir
Por: Ramírez Ramírez Fatima Sarai.
Si se intenta hacer un reencuentro en la memoria de cuándo y cómo es que se aprendió a escribir, escasos casos recordarán este evento con exactitud, mientras que mayormente puede existir poco reconocimiento de este recuerdo y asimilarse a un simplemente “En la infancia y en la escuela”.
Bueno, uno de los métodos utilizados es el andamiaje, en donde se da un apoyo hacia el individuo, en este caso el apoyo proporcionado de un docente a su alumno, en su proceso de aprendizaje para la escritura y con esta instrucción guía es posibilitado su desarrollo en dicha destreza.
Entonces, se explica como escribir, se enseña y se procede a una invitación a intentar realizar la escritura para una retroalimentación consecutiva y teniendo lo anterior, se espera que el individuo pueda modularse para la posteridad, obteniendo finalmente el proceso que seguirá en sus siguientes escrituras por sí solo.
Y ¿qué pasa si el andamiaje siempre se da? Se buscaría que por ser un apoyo, no siempre debe estar presente, cuenta como un puente de cruce para pasar a un siguiente nivel y se plantea que en algún punto sea innecesario puesto a que así se podría confirmar un aprendizaje significativo. Pero curiosamente, este andamiaje superado, se encuentra en varias ocasiones (relacionado a la escritura) de manera consciente y a veces no tanto en distintas etapas de nuestra vida.
Uno de los varios ejemplos, sería la redacción en proyectos académicos más avanzados como en preparatoria o universidad, evidentemente no se busca como apoyo lo mismo que la escritura en la infancia, se busca un apoyo que indique la expresión en la escritura, como lo indica Arnoux en 2006: es introducir a los estudiantes en los modos de decir de cada disciplina.
El facilitador proporciona un aprendizaje con este apoyo en redacción y aparece el siguiente cuestionamiento: ¿El andamiaje siempre ayudará? A modo general, es siempre una gran herramienta pero notablemente su abuso en este podría dificultar otras partes como lo sería parte de la autonomía y originalidad en un individuo si se busca la constante retroalimentación en la ayuda proporcionada con objetivo de aprobación, haciendo un retraso al verdadero proceso.
Entonces, ¿Hasta qué punto usarías el andamiaje?
Bodrova E. y Leong D.J. (2004). Tácticas: el uso de mediadores. En Bodrova E. y Leong D.J. (Ed.). Herramientas de la mente. El aprendizaje en la infancia desde la perspectiva de Vygotsky, (pp. 68-92) Pearson.
Padilla C., Douglas S. y López E. (2014). Escritura académica: entre la autonomía y el andamiaje. En Gabbiani B. y Orlando V. (Ed.) Escritura, lectura y argumentación en contextos educativos del Río de la Plata, (pp. 71-87). Ediciones Universitarias.
Comentarios
Publicar un comentario