La amistad: el andamiaje de los seres humanos

 Por: Flores Hurtado J. Alejandro 

La teoría sociocultural en conjunto con la psicología son maneras de estudiar al ser humano y las relaciones que este tiene con el entorno (y consigo mismo también), es por ello que se le denomina como “un ser social”, el cual siempre necesita de otros para poder satisfacer necesidades de distintos tipos, una de esas necesidades es la de poder alcanzar la felicidad de la vida, y para ello es necesario que los humanos nos relacionemos con otros, lo que da como resultado una de las interacciones más significativas en el curso de la vida, y esa es la amistad.

La amistad puede ser concebida como una relación interpersonal voluntaria en la que sus miembros, poseen una inherente simetría que les permite cultivar intimidad, confianza, honestidad, respeto y afecto; dado este carácter voluntario de la amistad, la gente sale y entra en ella en la medida en que así lo deseen, lo que a su vez permite que cada persona se sienta libre de expresarse tal y como es en realidad y pueda negociar las reglas de la relación como lo considere pertinente (Thomen, 2019).

 


Dicho lo anterior es posible ver que los amigos son libres de crear su propia cultura, es decir, comparten un mismo lenguaje, símbolos y costumbres que les hacen cómplices, esta interacción surge en cualquier etapa de la vida de las personas, en los niños es común ver que la amistad siempre se genera en el salón de clases, pues aunque el niño tenga interacciones en el hogar es la escuela el contexto donde desarrollara lazos de amistas con otros niños, de acuerdo con Gallego y Vidal (2017) las personas no deseamos la amistad porque sea algo necesario, sino fundamentalmente hermoso, los seres humanos somos capaces de cultivar la amistad como un bien deseable, bueno y agradable en sí.

 La amistad también funge como una manera virtuosa a que las personas involucradas descubran mutuamente sus defectos, sirve para poder aceptar las propias limitaciones y para cultivar los buenos hábitos, sirve para vivir y guiarse, es una manera reciproca de hacer el bien, es decir, la amistad nos ayuda a ser felices en el desarrollo de nuestra vida y de nuestras virtudes, y estas se consiguen gracias a las interacciones con los otros, la amistad es un andamiaje constante, es desinteresado y nace del bien por el otro.

Para los niños es común observar que están mejorando en diversas habilidades escolares, personales, sociales e incluso culturales, si bien la familia y los profesores son pilares para el optimo desarrollo son las relaciones de amistad las que tienen un peso clave en el desarrollo, es decir, los niños constantemente están en una zona de desarrollo próximo, el cual puede verse como un proceso por el cual se accede a la vida intelectual a través de las personas que nos rodean, y es de carácter social, es aquí donde la amistad juega un papel clave en el desarrollo de los niños.

La amistad sirve como la ayuda para poder pasar del nivel potencial (lo que podemos realizar con ayuda de los demás) al nivel de desarrollo real (lo que hacemos sin ayuda de los demás), esto es así ya que el niño comienza a ver como amigo verdadero a quien siempre está disponible para él, a quien puede contar cosas desafortunadas o cosas difíciles, a quien quiere compartir los mismos sentimientos o, si ello no es posible busca a alguien con quien identificar dichos sentimientos, sin embargo es necesario puntualizar que tener amigos para no estar solo es algo egoísta y que una verdadera amistad ofrece la mejor oportunidad para que los amigos se ayuden entre sí en el cultivo de las virtudes para que crezcan juntos. (Hernández, 1999).

          

Algunos de los elementos facilitadores de la amistan pueden ser ambientales (la proximidad física o el contacto cotidiano), individuales (la percepción del otro como atractivo (personalidad o físico), tener habilidades sociales, cultivar la relación por medio de la simpatía, interés y preocupación por el otro; asimismo por el optimismo ante la relación y la baja defensividad), situacionales (la probabilidad de una futura interacción, su frecuencia y que tanta disposición se tiene hacia la relación) y diádicos (similitud, reciprocidad, auto-divulgación, compañía, consideración, apoyo y afecto) (Daguerre, 2010).

 Finalmente puede concluirse que la interacción y convivencia brindan a la amistad, la cual exige un ambiente de trato mutuo, de dialogo y de acompañamiento entre los amigos, de los cuales se puede obtener experiencias de vida, compartir la intimidad y cultivar las virtudes conjuntamente, es el andamiaje que nos ayuda a cualquier edad y sin el cual no podríamos vivir. 

Referencias:

Daguerre, M. (2010). Sobre el valor de la amistad y su conflicto potencial con la moral. Una revisión del debate contemporáneo. Diánoia vol. 55, no. 64, Ciudad de México, mayo 2010.  

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-24502010000100003

Gallego, G., y Vidal, S. (2018). La amistad elemento clave de la comunicación y de la relación. Universidad Complutense de Madrid. Revista de Comunicación de la SEECI, núm. 44, pp. 15-31, 2018. 

https://www.redalyc.org/journal/5235/523556567002/html/#:~:text=LA%20AMISTAD%20ELEMENTO%20CLAVE%20DE%20LA%20COMUNICACI%C3%93N%20Y%20DE%20LA%20RELACI%C3%93N&text=RESUMEN%3A%20La%20amistad%20se%20forja,facetas%20importantes%20de%20su%20personalidad.

Hernández, G. (1999). La zona de desarrollo próximo. Comentarios en torno a sus usos en contextos escolares. Perfiles educativos (86). https://www.redalyc.org/pdf/132/13208604.pdf

Thomen, M. (2019). ¿Qué es la amistad verdadera?  https://www.psicologia-online.com/que-es-la-amistad-verdadera-4632.html


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